El siguiente es el discurso que dio inicio al Foro: Derechos Sociales, en el auditorio Juan Pablo II de la Pontificia Universidad Catolica del Peru, el ultimo 7 de noviembre:
Buenas tardes.
Mi nombre es Diego Benavente, estudiante de la Universidad Nacional Federico Villarreal e integrante de Judeh.
A nombre de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Red Jubileo 2000 y Juventud por los Derechos Humanos (Judeh). Les damos la bienvenida a todos y todas, al Foro Universitario: Derechos Sociales.
Los Derechos Sociales, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y protegidos por el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), son aquellos derechos humanos que posibilitan a la persona y su familia gozar de un nivel de vida adecuado.[1] Son los que tienen que ver con nuestro día a día, con lo que vemos y hacemos. Caracterizados por ser: irrevocables y progresivos.
Estos derechos son entre otros: el derecho a la alimentación, a la salud, a la libertad sindical, a la huelga, a la educación y al trabajo.
Muchos de estos derechos se vieron menoscabados y limitados por la Constitución de 1993. En la actualidad – a 7 años de haber salido de la dictadura- no existen iniciativas legislativas en marcha para cambiar esta situación.
Las políticas públicas, que deberían ser una expresión del cumplimiento de lo expresado en el PIDESC, figuran (si es que existen) como paliativos, o como “servicios” para los ciudadanos entendidos como “clientes” (dentro del orden económico imperante).
Para el sociólogo Sandro Venturo La política de hoy es percibida como la gerencia de una entidad prestadora de servicios a la población. El modelo de ciudadano producto de esta época de dictadura y violencia política es la de un individuo desconfiado mas que un sujeto de derechos.
Gran parte de los ciudadanos, auto considerados meros sujetos de votación, no conocen y si lo hacen, ya no conciben la exigibilidad de los derechos como algo tangible. La exigibilidad y cumplimiento (de los mismos) se figuran como algo muy difícil de lograr en la realidad.
Como jóvenes no podemos echarle la culpa de esto sino mas que a nosotros mismos, tanto como a los actores políticos de las ultimas décadas, la decadencia de las instituciones en el país, el agotamiento del circuito político populista organizado alrededor de los horizontes político-culturales, la aversión a la noción critica y la escasez de imaginación para pensar en un mundo diferente al que tenemos. [2]
En esta época de TLC’s, de conflictos ambientales, decretos ley criminalizadores de la protesta, de la privatización de derechos fundamentales, sindicatos limitados, post-violencia política (sin reconciliación, en búsqueda de justicia y reparación), actores políticos en los que la población confía para que no roben mucho, juventudes, displicentes y despreocupadas, no basta con sentarnos a hablar sobre valores universales (derechos humanos), o realizar “afichismo” para difundirlos en la universidad; tampoco es suficiente la discusión académica, ni la protesta callejera manifestando malestar moral para luego regresar a casa o volver al día siguiente a la universidad y seguir vulnerando los derechos de otros en el camino o hacer mutis cuando vemos que esto sucede.
Todas esas acciones discusión, difusión y sobre todo la promoción son importantes en la medida que vayan acompañadas de una visión de lo que queremos a futuro.
Como jóvenes a llegado el momento de declarar la muerte de la incapacidad de pensar a largo plazo. El momento de ser críticos y políticamente incorrectos, debemos dejar de ser indicadores de el estado de animo de la sociedad, dejar de jugar en “segunda división”. Para pasar a ser actores de verdad en camino hacia el futuro que soñamos. [3]
Sino reactivamos el dialogo con las otras generaciones, las instituciones (ONG’s, sindicatos, agrupaciones barriales, partidos), así como las organizaciones de nuestros pares, no podremos lograr lo que nos proponemos y solo nos quedaremos en la insatisfacción y el malestar moral.
Por todo lo anterior descrito, este foro, es uno de los espacios donde podemos comenzar a producir el dialogo, la critica y la propuesta de acción que necesitamos.
Muchas Gracias.
[1] Mujica, J.; Paredes, L.; Vergaray, Y. (2006) Manual para activistas en Derechos Humanos. Introducción a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). CEDAL. Lima
[2] Venturo Schultz, Sandro. Contrajuventud. Ensayos sobre juventud y participación política. Lima, Instituto de Estudios Peruanos. (2001)
[3] idem.
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